lunes, 14 de febrero de 2011

La pócima del amor

Activación de las zonas cerebrales ligadas a la recompensa, oxitocina, vasopresina, feromonas... todos los años, por estas fechas, surgen artículos varios que, según parece, tratan de convencernos de que eso del amor es tan sólo una ilusión, que todo es reducible a química y física y neurobiología, que en el fondo somos esclavos de nuestra naturaleza.

Ciertamente, al patrón de los enamorados esto no le hace mella alguna. Pues, auxiliado por una notable campaña de marketing y publicidad, propia de nuestra sociedad de consumo, sigue concitando a jóvenes y mayores al culto al amor.

Frívolo o serio, el amor sigue siendo una fuerza poderosa. Lo que, en tiempos de penuria y de escasa confianza en otros valores que no sean el dinero o el poder, aporta al menos una esperanza. Que los centros comerciales nos bombardeen con incalificables corazones no le resta ni un ápice de su valor a ese sentimiento profundo que une a las personas, que alimenta el espíritu, que da fuerza para afrontar las dificultades, que nos sostiene y nos conforta. Y que en ocasiones también nos coloca una tonta sonrisa en el rostro, que filtra la realidad para que parezca (no podía ser de otro modo) de color de rosa. Bendito amor.

En el futuro, al parecer, la neurobiología dará un paso más: no sólo será capaz de explicar por qué nos enamoramos, sino que nos ofrecerá toda una serie de recursos (principalmente químicos) para poder mejorar este aspecto de nuestra vida. Podremos tener un mayor atractivo, iniciar (o terminar) con más eficacia las relaciones, mejorar la calidad de nuestros afectos, etc. Una forma de "neuromejora" (neuroenhancement) que puede ser de gran utilidad en la sociedad.

Encontrar la "pócima del amor" es un sueño largamente acariciado por la humanidad. Pero ahora ya no tendremos que recurrir a la bruja fea o al hada mágica, tan sólo a la farmacia.
No es ciencia ficción. Ýa estamos utilizando fármacos que nos ayudan a mejorar nuestra atención, nuestra memoria, nuestro estado de ánimo, etc. Y en el marco de las neurociencias, la posibilidad de mejora de las capacidades intelectuales y emocionales está siendo analizada y discutida con entusiasmo.

Desde el punto de vista de autores como Julian Savulescu o Anders Sandberg, que ya han suscitado notables polémicas en otros temas, no hay diferencias sustanciales entre la valoración ética que podemos hacer de una copa de vino, unas velas y una música romántica, un masaje, una terapia de pareja, o una pastilla, para posibilitar y favorecer el encuentro amoroso. Todas estas posibilidades son estrategias para promover un valor positivo, como es el amor. La diferencia estriba en que unas son culturales, ambientales, externas al individuo y, aparentemente elegidas libremente, mientras que la otra es biológica.

Sin embargo, Savulescu utiliza en este tema el mismo argumento que ya ha empleado en otras ocasiones: si disponemos de los medios (biológicos, neurológicos) que pueden mejorar las capacidades de los individuos, las objeciones para utilizarlos no son sólidas sino que, en su opinión, expresan más bien miedos y situaciones inmovilistas irracionales, que se aferran a una ingenua confianza en la evolución, que es azarosa y no necesariamente buena. Si aceptamos la modificación de los comportamientos de los individuos a través de medios externos como la cultura, la educación, el aprendizaje y el entrenamiento, o incluso la alimentación o ciertos fármacos, ¿por qué no aceptar las posibilidades biológicas de mejora?.

Para Savulescu, si existe la posibilidad de mejorar, no hacerlo sería inmoral. Si el amor es uno de los aspectos fundamentales de la existencia humana, y está en gran parte determinado biológicamente, deberíamos utilizar nuestros conocimientos neurocientíficos sobre el amor para mejorar la calidad del amor por medio de la manipulación biológica.
Pensar en serio sobre estos temas produce incomodidad en muchas personas. Parecería que se nos conmueven los cimientos de algunas convicciones profundas sobre temas que atañen a nuestra misma condición humana. Sin embargo, es necesario reflexionar y evaluar las opciones, pues cuanto mayores son las posibilidades que abre nuestro conocimiento, mayor es también nuestra responsabilidad.

Y el tema, qué duda cabe, es apasionante. Porque el amor mueve y transforma, crea y abre, arrastra y conmueve. Ya decían los Beatles: "all you need is love" (todo lo que necesitas es amor).

1 comentario:

PanagiotisTsoumanis dijo...

EL AMOR ! Un motor que mueve a las personas hacia su superacion. Cuanta importancia tiene en nuestra vida!
Una de las heroinas de Shakespeare,Rosalind dijo "Love is merely a madness" (El amor es simplemente una locura)[As you like it, III,ii]
La industria farmaceutica no esta interesada en el desarrollo de medicinas para enfermedades raras porque la demanda es muy baja para la comercializacion de estos productos. Pero para una enfermedad tan comun como el amor es seguro que encuentran algo para mejorar la calidad. No cabe la menor duda que sera un best seller.
Como os parece? amor de alta calidad para siempre!
Espero mas noticias con relacion al amor Lydia con impaciencia e interes.
Saludos cordiales,
Panagiotis