martes, 3 de diciembre de 2013

Bioética narrativa (de nuevo)

Ya se empieza a distribuir en librerías nuestra última publicación: Tomás Domingo Moratalla y Lydia Feito Grande: Bioética narrativa. Escolar y Mayo. Madrid, 2013
Está tardando un poco porque la editorial es pequeña. Para encontrar información sobre el libro, su índice, etc. se puede acudir a la página web: escolarymayo.es. También está ya disponible en amazon.es
En este libro pretendemos explorar el paradigma narrativo y mostrar su productividad en el ámbito de la ética médica. Cuestiones fundamentales que vertebran el libro son las de la educación en (bio)ética, la cuestión de las emociones y los sentimientos en las decisiones morales, y la posibilidad de constituir la bioética como ética civil (ética para la ciudadanía). Bioética, narración y educación se entrecruzan en nuestra propuesta, en la que nos acompaña la perspectiva hermenéutica (Ricoeur, Ortega, etc.). 
Pensamos hacer una presentación del libro en Madrid, que sirva para lanzar estos temas en nuestro ámbito y contexto ético y bioético. Se informará oportunamente.
¡Este puede ser un magnífico regalo navideño!

miércoles, 16 de octubre de 2013

Bioética Narrativa


         
       Sale en estos días un nuevo libro: Bioética Narrativa. De Tomás Domingo Moratalla y Lydia Feito. En la editorial Escolar y Mayo. Un libro para pensar sobre un tema quizá no muy conocido, pero que tiene un enorme desarrollo y que se muestra como uno de los campos más interesantes y creativos de la ética actual.
            En la medicina y en la ética se ha ido desarrollando desde hace ya años una perspectiva narrativa que trata de enfatizar cómo la comprensión de los problemas y asuntos humanos necesita entenderse desde lo concreto, la experiencia vivida, el contexto, la situación. Cómo los eventos cobran sentido dentro de historias complejas, cuya trama es la que permite interpretar lo que sucede.
                Así, la medicina narrativa trata de formar a los profesionales, dotándoles de una “competencia narrativa” que supone la capacidad de trabajar con los relatos de los pacientes, generando un proceso de comunicación y empatía con gran riqueza, al entender el sufrimiento de las personas desde la expresión que ellos mismos realizan y desde el sentido que atribuyen a la realidad vivida.
           Por su parte, la filosofía ha realizado un giro hermenéutico, que supone poner en cuestión los grandes programas de fundamentación clásicos, a los que critica su presunta validez universal. Frente a ellos promueve la interpretación como clave esencial, y dentro de ella, la narrativa se convierte en un modelo nuclear para generar un tipo de reflexión basada en la expresión de sentidos a través de lo narrado. En ética esto tiene importantísimas repercusiones, pues ya no podrá hablarse de unos principios o normas abstractos, que se apliquen a los casos particulares. Antes bien, será necesario atender a la particularidad de la situación y de la vivencia de sentido, a fin de poder comprenderla y actuar en consecuencia. El marco de la toma de decisiones se altera y modifica, introduciendo factores experienciales y contextuales que son más afines a un modelo deliberativo, incierto, abierto y constructivo. Será un espacio que no repare en desarrollar las posibilidades de la creación, la imaginación y la expresión.

                El caso será, por tanto, la historia, la biografía de alguien, un relato narrado de una vida, dentro de la cual cobran sentido los acontecimientos, las decisiones y sus consecuencias. La propia identidad se construye en forma de relato y, con él, reconfigura y da nuevo sentido a su propia vida, sirviendo la narración de motivo de revisión y reconstrucción, en un proceso de ida y vuelta que va enriqueciéndose, profundizándose y generando nuevas perspectivas.
                Este libro aborda todas estas cuestiones, centrando su atención en la bioética narrativa. Está estructurado en tres capítulos: el primero de ellos analiza el paradigma narrativo, sus características y sus principales representantes. En el segundo se presenta la bioética como ética aplicada que se combina, en el tercer capítulo, con lo narrativo generando una síntesis novedosa y llena de posibilidades: la bioética narrativa.
               El libro puede adquirirse directamente en la editorial Escolar y Mayo, que es también librería, y que dispone de una página web con venta directa online (www.escolarymayo.com)

viernes, 11 de octubre de 2013

Bioética Complutense nº 15

Bioética Complutense 15
      Acaba de publicarse el número 15 de la revista Bioética Complutense. Como siempre, llena de contenidos variados: artículos sobre diversos temas, como la bioética narrativa, la felicidad, la corrupción, la gestión de recursos sanitarios, la comunicación con los pacientes o las experiencias de vivencia de enfermedad y de crecimiento personal a través de las otras personas.
     También se comenta un reciente artículo sobre un procedimiento de craneoplastia con vendaje, del que también hablamos en una entrevista con Diego Gracia. A ello se añade el habitual caso clínico analizado, la reseña de un libro que aparece en estos días, la agenda de eventos y la noticia del reciente y estupendo Congreso de Bioética celebrado en León.

   

martes, 8 de octubre de 2013

Congreso Nacional de Bioética ABFyC

     Se acaba de celebrar en León el XI Congreso Nacional de Bioética, organizado por la Asociación de Bioética Fundamental y Clínica. Un magnífico encuentro en el que ha habido interesantes intervenciones de temas tan diversos como el diagnóstico de la bioética actual y sus posibilidades futuras, la educación en bioética, la construcción de la libertad o la objeción de conciencia. También ha habido espacio para el arte, en variadas manifestaciones, combinando con maestría el argumento racional y la invocación a lo simbólico, lo que no es expresable más que a través de una llamada a la sensibilidad. Han sido muchos los participantes y muchas las ideas compartidas, en unos días de encuentros y amistad, además de calidad de la reflexión bioética. Sin duda, se ha hecho honor al lema del congreso: el arte de elegir en los tiempos sombríos. A todos nos ha quedado patente la posibilidad de encontrar algo de luz en medio de esta tiniebla que nos toca atravesar, si somos sabios y prudentes en la elección.
    Una acertada reseña al respecto: http://elclubdelospoetasvivos-somamfyc.blogspot.com.es/2013/10/la-bioetica-veces.html

miércoles, 26 de junio de 2013

A los estudiantes de medicina les interesa la bioética

Muchos estudios dicen que no es posible cambiar las actitudes de las personas, cuando éstas son ya adultas. La formación en valores se convierte así en una tarea casi imposible. Además, es más fácil que se implante un comportamiento, hábito o forma de conducta a través de ese insidioso "curriculum oculto" que se transmite casi imperceptiblemente a través de las acciones y decisiones de la vida cotidiana, que convencer con razones y argumentos en una clase.
Es un tema preocupante: si nuestras actitudes tienen mayor poder de modificación que nuestras palabras, el esfuerzo ingente está en demostrar con hechos lo que defendemos. Se hace así realidad esa idea de que no puede haber disociación ni doble moral en las conductas de los individuos, de que tenemos un compromiso con el mundo, con la profesión que ejercemos, con la sociedad, que se muestra en nuestras acciones.
En este contexto de llamada a la autenticidad, los programas de formación en bioética subrayan la necesidad y complejidad de poder implementar y aplicar en la actividad cotidiana lo que se enseña en las clases. Y aparentemente, la bioética ha hecho mucho, pero no ha podido transformar tanto como habría sido deseable, porque no llega a impregnar el diario devenir del trabajo de los profesionales.
Pero, llamativamente, los estudiantes sí están interesados en estos temas, en nuevas actitudes, en la responsabilidad con los pacientes y en la búsqueda de la calidad. Están interesados en la bioética. Es lo que apreciamos los profesores que la enseñamos. Y es también lo que aparece reflejado en el post del blog bioethics.net del 25 de Junio de 2013:

CHICAGO: MEDICAL STUDENTS SUPPORT MEDICAL ETHICS!
by Jennifer Chevinsky
For the ethics and humanities professors out there, I want to pass on a message – medical students around the nation want to hear more from you!  On June 15th, the American Medical Association’s Medical Student Section (AMA-MSS), the largest and most influential organization of medical students in the country, passed a resolution calling for reformation of medical education that includes increasing the medical ethics and humanities curricula. The AMA-MSS includes student leaders from across the nation, representing all allopathic and osteopathic medical schools within the United States.  At the annual AMA-MSS conference in Chicago, delegates from these universities voted in support of ‘Resolution 6,’ which resolved clauses read as follows,
 “RESOLVED, That our AMA and AMA-MSS recognize the importance of addressing the disparity between current outcomes and the ideal status of undergraduate medical education in bioethics and humanities; and be it further
RESOLVED, That our AMA, in partnership with appropriate AMA-MSS bodies, leverage its internal resources and its relationships with professional society stakeholders to create suggested guidelines for undergraduate medical education of bioethics and humanities guided by LCME requirements and the ASBH Task Force; and be it further
RESOLVED That our AMA advocate for the national adoption of a set of suggested guidelines for undergraduate medical education in bioethics and humanities by allopathic and osteopathic medical schools.”
This resolution was written and proposed by the members of the national Standing Committee on Bioethics and Humanities, comprised of students from the University of Buffalo School of Medicine, USF Morsani College of Medicine SELECT, Southern Illinois University School of Medicine, UMDNJ-New Jersey Medical School, John A. Burns School of Medicine, University of Massachusetts Medical School, Virginia Commonwealth University, and New York University School of Medicine.
When testifying about the resolution, students from the large room of school delegates explained that they wished their schools’ curricula included a more substantive medical ethics and humanities education.  Medical ethics is often in a tug-of-war with the sciences, battling for time on the medical school schedule.  However, medical students urged that anatomy, physiology, and pathology need to be supported with a strong medical ethics curriculum in order to promote ethical practice for the future members of healthcare teams.
The resolution will be passing through to the AMA House of Delegates at the next AMA conference, calling for support and implementation from the physician section.  Instead of waiting until then, I encourage medical students to voice their concerns to their universities and for medical ethics and humanities professors to reach out to their medical students for support.  Together, students and faculty can change the current state of medical ethics and humanities education in US medical schools.

martes, 21 de mayo de 2013

Se reabre un debate importante: el suicidio médicamente asistido

     El suicidio médicamente asistido, esto es, la colaboración y ayuda de un profesional médico para que una persona pueda, voluntaria, libre y autónomamente, suicidarse, es un tema importante que conviene pensar con cuidado. Se trata de determinar los límites de la intervención médica: curar, aliviar y acompañar, lo que puede significar retirar un tratamiento y dejar que la enfermedad siga su curso, pero no llegar a ayudar a provocar la muerte, como se considera de modo general. O bien incluir la colaboración al suicidio en esas posibles tareas de acompañamiento en el proceso de la muerte. Un tema que se reabre ahora con otro estado de Estados Unidos que acepta este planteamiento.
    Así se recoge en el blog de Bioethics.net (http://www.bioethics.net/2013/05/vermont-passes-physician-assisted-suicide/):


05/16/2013

VERMONT PASSES PHYSICIAN-ASSISTED-SUICIDE

Craig Klugman, Ph.D.
Awaiting the governor’s signature, Vermont is poised to become the fourth state to legalize physician-assisted suicide. While Oregon and Washington legalized physician-aid-in-dying through public referendum and Montana through a court decision, Vermont’s is occurring through the legislative process.
The first U.S. aid-in-dying law was the Oregon 1994 Death with Dignity Act. The law faced a referendum to appeal it in 1997 and a Bush administration court challenge was ruled on in 2006.
The Vermont law mirrors those of Oregon and Washington. The patient must be at least 18 years of age, have a life-threatening condition and be a state resident. He/she must request aid-in-dying twice, with 15 days between each request. One request must be oral and one must be in writing. And the patient must be capable of taking the lethal drugs without assistance. Two physicians must verify the life-threatening nature of the condition. Health care professionals are not required to participate in any assisted death and must inform the patients of other available end-of-life options.
Where Vermont’s law differs is that after three years, this structured system sunsets, at which time the request and process becomes a private matter between physician and patient. And after 2016, physicians gain legal liability protection from professional misconduct charges.
Of course the concept of physician-assisted-suicide is highly controversial in the United States. Some opponents cite concerns of a slippery slope where the option for death becomes a requirement. One position holds that the state has an interest in the preservation of life and thus should intervene. Others argue that the professional role of the physician is to cure where possible and comfort always, but never to help patients die. The Hippocratic Oath even seemingly bans this practice with its precept: “I will neither give a deadly drug to anybody who asked for it, nor will I make a suggestion to this effect.”
Proponents say that if people are going to kill themselves because of the pain and suffering their disease causes (or may cause) then its better to have an expert who can make sure the patient does it effectively and compassionately. To do it wrong could lead to a person not dying but having severe morbidity such as being ventilator-dependent or severely brain damaged, exactly the situation that the patient wished to avoid in the first place. Another argument holds that competent and capacitated individuals have autonomy and that should extend to the right to end their lives with dignity. Still another perspective states that these decisions are private medical ones and the state should not intervene.
Vermont as a state has a strong libertarian tradition. That state elected one of the only 2 independent (belonging to neither the Democrat or Republican parties) members of the U.S. Senate (the other state is Maine). And Vermont was the first state to legalize same-sex marriage (which 12 states now allow). Thus, it is not surprising that Vermont would permit assisted-suicide, viewing such matters as between individuals and not the purview of the state.
What is surprising is the aspect of the law that removes all of the protections after the first three years of enactment. In other places such safeguards were necessary in order to achieve enough political support to pass the law and was seen as necessary to protect patients from themselves and potentially anyone who may be coercing them into suicide.  However, it is refreshing to see a state with the chutzpah to stand up and say that these are decisions among adults. As long as a patient is a competent and capacitated person who can give informed consent and as long as a physician is acting as a noncoercive professional who is willing to assist, then this medical decision belongs between them (or between them and the patient’s family). In other words, Vermont has said that the state should keep out of these personal, family medical decisions.
It is unlikely that Vermont’s move represents a sea change. Although opinion polls hold that 55% of American support physician-assisted-suicide, 41 states have explicit laws making such an act a crime.  However, other states could learn from this notion that medical decisions are between health care professionals and patients (and their families) and should not be used to further political careers.
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martes, 2 de abril de 2013

Bioética Complutense 14

Acaba de salir el nuevo número de Bioética Complutense. Un espacio abierto de deliberación en el que se dan cita diversos temas, personas, perspectivas, aproximaciones y eventos del mundo de la bioética.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Adiós profesor Caffarena

Adiós profesor.
Se nos ha marchado José Gómez Caffarena.
Filósofo, teólogo, pensador y profesor inolvidable. Nos enseñó a muchos con su talante cordial, su sabiduría cercana, su profundo pensamiento y su gran corazón.
La filosofía está ahora un poco más huérfana y solitaria.