Zambrano fue alumna de Ortega, le tocó vivir una época convulsa y difícil, tuvo que padecer el exilio, fue innovadora y atrevida pensadora, mujer en una facultad de filosofía donde eso resultaba ciertamente extraño, y sobre todo, desarrolló un pensamiento único, profundo y lleno de riqueza no sólo filosófica, sino también literaria.
Zambrano ha sido inspiración para muchos, y desde luego, ejemplo para quienes nos dedicamos a la filosofía y para quienes escribimos con ánimo de hacer pensar, de compartir experiencias que puedan servir para cambiar el mundo. Por eso este blog. Por reflexiones como las que recogen estas palabras magníficas de María Zambrano en un inolvidable texto de 1934 titulado "Por qué se escribe":
«Un libro, mientras no se lee, es solamente ser en potencia, tan en potencia como una bomba que no ha estallado. Y todo libro ha de tener algo de bomba, de acontecimiento que al suceder amenaza y pone en evidencia, aunque sólo sea con su temblor, a la falsedad.
Como quien lanza una bomba, el escritor arroja fuera de sí, de su mundo y, por tanto, de su ambiente controlable, el secreto hallado.
Lo que se publica es para algo, para que alguien, uno o muchos, al saberlo, vivan sabiéndolo, vivan de otro modo después de haberlo sabido; para librar a alguien de la cárcel de la mentira, o de las nieblas del tedio, que es la mentira vital.»
Como quien lanza una bomba, el escritor arroja fuera de sí, de su mundo y, por tanto, de su ambiente controlable, el secreto hallado.
Lo que se publica es para algo, para que alguien, uno o muchos, al saberlo, vivan sabiéndolo, vivan de otro modo después de haberlo sabido; para librar a alguien de la cárcel de la mentira, o de las nieblas del tedio, que es la mentira vital.»
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