Fue una tarde de Domingo. En un café con largas resonancias históricas en Madrid: Libertad 8. En ese café literario se han reunido los más diversos intelectuales y artistas desde 1975. Manteniendo ese interés, alberga a poetas, filósofos, cuentacuentos, músicos... toda aquella persona que tenga algo que decir, algo que compartir. En ese marco es en el que se celebran "cafés filosóficos", y ese día estuvo dedicado a la bioética.
Nos reunimos allí un montón de gente con intereses comunes y ganas de debatir. En el pequeño escenario, aportando ideas para el diálogo, tres filósofos: Elena Postigo, José Luís Velázquez y Lydia Feito. Fue interesante y divertido. No siempre estuvimos de acuerdo, pero el intercambio de ideas siempre es creativo y dinámico. Las intervenciones del público también fueron muy jugosas.
Este tipo de iniciativas son tremendamente positivas e interesantes. Espacios donde debatir en libertad (aquí, haciendo honor a su nombre), donde dialogar sin más interés que compartir ideas. Algo realmente loable en estos tiempos.
martes, 30 de septiembre de 2014
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